Introducción

ASÍ SOMOS

ANDRÉS AUDIFFRED Y SU MÉXICO

CARICATURA COSTUMBRISTA MEXICANA DEL SIGLO XX

“Así somos, podríamos ser más atractivos, podríamos parecer europeos, pero como somos indios o mestizos, nos toman o nos dejan”.

Carlos Monsiváis

Andrés Audiffred fue uno de los caricaturistas mexicanos más populares y queridos de su tiempo. Entre 1922 –cuando empezó a publicar¬ de manera regular– y 1958 –año de su fallecimiento– realizó miles de dibujos en periódicos, suplementos y revistas, entre ellos, El Universal, El Universal Gráfico, Nueva Era, Zig-Zag, Don Timorato, Vea y Todo. Asimismo, incursionó en la historieta con Lipe el chino y El señor Pestaña, realizó portadas de revistas y partituras, pintó óleos y murales, y también se desempeñó como editorialista gráfico.

El conjunto de su obra conforma una crónica divertida y gozosa del México posrevolucionario; refleja las alegrías y vicisitudes; las aspiraciones y frustraciones, y las costumbres y modas de los mexicanos de su tiempo. No en vano la gente buscaba sus monos y los consumía con avidez.

El dibujo de Audiffred posee fuertes influencias del cómic estadounidense, pero es netamente nacional, pues sus raíces se hallan en el costumbrismo, una de las tradiciones gráficas más importantes del liberalismo mexicano. De hecho, Audiffred juega un papel importante en la historia de la caricatura, pues es el eslabón que une a Villasana y Posada con Abel Quezada, Gabriel Vargas y Eduardo del Río (Rius).

El trabajo de Audiffred se enmarca en las lógicas de la gráfica nacionalista de la posrevolución y tiene lazos con el de artistas de la talla de Ernesto García Cabral, Miguel Covarrubias, Hugo Tilghman, Luis Hidalgo y José Clemente Orozco.

El dibujo de Audiffred le debe todo a los recursos gráficos de la caricatura: es esquemático y sintético, abusa de la exageración y pone el acento en los detalles. Es directo y eficaz. Gracias a este lenguaje gráfico, Audiffred desarrolló un estilo muy personal, fácilmente identificable y divertido. Sus arquetipos hicieron escuela e historia: el peladito de barrio, el tarzán y su changuita, el catrín, el diputado, la María y la borrachita aún deambulan por las calles de la Ciudad de México.

A pesar de ser muy popular, la obra de Audiffred está lejos de ser superficial; por el contrario, se desarrolla paralelamente a las disquisiciones de los filósofos mexicanistas del siglo XX. Él le dio forma e hizo entrañables algunas de las visiones de pensadores como Samuel Ramos y Octavio Paz. Antes de que Jorge Portilla escribiera su Fenomenología del relajo, Audiffred ya había dibujado la suya.

Andrés Audiffred fue uno de los grandes caricaturistas mexicanos del siglo XX y uno de los pioneros de la historieta nacional, pero nunca se le ha dado el reconocimiento que merece. Carlos Monsiváis coleccionaba piezas de Audiffred y gracias a ello ahora el acervo del Estanquillo posee un buen número de dibujos, gouaches, tintas y acuarelas de este dibujante.

Esta exposición es un acto de justicia cultural necesario y divertido.